domingo, 7 de junio de 2009

El hombre no sabe decir que no


Ellas y ellosInmerso en un diálogo casi protocolar en el "fumadero" del trabajo, lancé hacia un compañero del cual elijo preservar la identidad ya que la conversación se dio en un marco de tono intimista: "Y....estás en pareja"?.... La respuesta " EL HOMBRE NUNCA ESTÁ SOLO: SE HACE CARGO O NO DE LO QUE PUEDE TENER DANDO VUELTAS" fue acompañada de un silencio reflexivo de mi parte que le dio lugar a completar la idea, de una manera, a mi juicio magistral: "LA MUJER PUEDE ESTAR DOS AÑOS SIN GARCHAR Y NO SE LE VA A MOVER LA AGUJA. A LO SUMO, SE DA UN BIDETAZO". Conceptos de tamaña autoridad descriptiva, me llevaron a pensar una vez mas en la conducta de ellos y ellas. Del mismo modo que el 21-1 me ocupé en mi columna de la desafortunada frase, "Ya no hay hombres", en este caso, pretendo desentrañar los comportamientos de hombres y mujeres, en este caso con lo que tiene que ver con la sexualidad: Insisto en referirme a la generalidad de los casos, para que las honrosas(o no) excepciones, no se sientan afectadas. Rescato una frase parida de mi pluma aquel 21-1 para relacionar dicho comentario con esta circunstancia: "A la vez, considero que las pretensiones del hombre (para estar en pareja, insisto. No para enamorarse), se limitan a que le practiquen medianamente bien la felatio, que no les rompan las bolas cuando hay futbol en serie y que no se crean Michael Jordan con la mano caliente cuando tienen la tarjeta en la mano. Esa misma amplitud que ponderaba del hombre respecto a las pretensiones a la compañera sexual que elija, puede trocar en carencia de selectividad dependiendo del prisma con el que lo miremos. No en vano, ha adoptado el mote de vox populi la frase "Quien no se ha comido un cascarudo" con tendencia claramente machista a pesar de Adrián Palacios, un sentimental de la primera hora, haya manifestado que nunca lo hizo. Los hombres tenemos una pasmosa facilidad para no saber decir que no en el mismísimo momento en que descubrimos que la piscina a la que podemos arrojarnos, tiene agua. Trazando una retrospectiva, dentro del plantel de mujeres con las que hemos tenido sexo, no tiene precisamente el nivel del staff de pancho Dotto.... Ni siquiera del de Amércia los sábados a la tarde. Repasando mi escasísima cosecha, me gana un sentimiento mezcla de incredulidad y asombro coronado con la frase "Como puede comerme este bichito"¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ . El estiletazo lanzado tan sabiamente por mi interlocutor, me lleva a tratar de discernir las razones por las cuales el hombre necesita tener de modo casi permanente una vida sexual activa. Puede quizás un sexólogo darme una respuesta médica a tamaño interrogante, pero como creo que es harina de otro costal, prefiero limitarme a verlo desde una arista terrenal y creer, que el ego, el orgullo, la necesidad de sentirse importante tienen mucho que ver con esta conducta. La mujer establece un límite concreto:necesita que exista un mínimo atractivo y aunque se trate de un juego puramente sexual, le da importancia a detalles para nosotros aleatorios como la presencia, el nivel económico (ya quedó dicho) y algo que debería quedar implícito pero para el hombre parece que no queda, que es la atracción. Si el hombre no consigue una erección espontánea, probablemente la conseguirá en menos de 10 segundos si es inducido por su compañía ocasioanl (después de las 4, si es mujer, mejor). Mientras recopilaba en la mente datos para esta columna, en mi caminata habitual por la estación de subte (dado mi ténue poder adquisitivo dudo plenamente que alguna vez pueda comprarme un auto) ví una pareja adolsecente: El feíto, pero con look de rocker que disimulaba un tanto ese castigo de la naturaleza. Ella: Si quienes toman tren y subte habitualmente deben conocerla, 80% del cuerpo quemada, con una trenza como única cabellera rodeada de un cráneo chamuscado y sin falenge alguna como corolario de sus brazos... El rictus de sus caras excitadas, me hizo confirmar cuanta razón tiene mi interlocutor.... A la generalidad de las mujeres, les hubiera bastado con un bidetazo----

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